martes, 3 de febrero de 2009

Shakira Vs Juanes

Nunca falta un cachaco envidioso, a la hora de ver las cosas desde la obtusa óptica rola. Eso es lo que sucede con María Isabel Rueda, babillón cachaco, envidiosa de las curvas y de la prodigiosa voz de nuestra cantante costeña Shakira. Le duele que haya sido una costeña la que cantó en la ceremonia del mundial de fútbol y le arde que esta misma cantara en la posesión del nuevo presidente de USA. Realmente, no es que ella quiera ser partidaria de Juanes, que a propósito es paisa, sino que se decanta por éste, porque es lo más cercano que tiene a su terruño cachaco. Lo que realmente debería hacer esta mala periodista es aceptar lo evidente. La cultura y el desarrollo son como la verdolaga en la costa caribe y la creatividad, la picardía y la inteligencia nos vienen de sangre.

Señora Rueda, el que sufre de rasquiña que se rasque, así que rásquese con gusto, porque va a tener Shakira para rato. Y, cuando ella no esté, habrá otro costeño creativo pisando fuerte en el ámbito musical mundial. No insista más en tratar de que escojamos entre un artista y otro, pues ambos son muy buenos, y representan estilos muy diferentes, así que el que tiene buen gusto escucha a los dos y ya está. Lo que si es cierto, y es lo que a usted en verdad le duele, es que el resto del planeta escogió hace rato, cuando prefiere una cumbia a un bambuco, un vallenato sobre una guabina y, sobre todo, cuando condecora a un escritor costeño como premio Nóbel de Literatura.