lunes, 13 de julio de 2009

Sudando la gota gorda

Una de las cosas sobre las que se debe tener cuidado en la vida, es el peso. No hay nada peor que sufrir de sobre peso. Se pierde agilidad, y cuesta más conseguir ropa adecuada para todo. El mundo de hoy no se hizo para los gordos, pero la comida de hoy, o sea, postres, helados, gaseosas, carnes, chocolates, arroces, pastas, pizzas, hamburguesas, etc., nos empuja inexorablemente a sufrir de sobre peso. Por eso cuando engordamos, cada tanto empezamos una dieta. Lo malo de estas dietas es que son un círculo vicioso, bajamos 10 kilos y cuando dejamos de hacerlas subimos los mismo que perdimos y otros 5 kilos más, desmotivandonos y haciéndonos perder las ganas de mantener un peso adecuado.

En el caso mío, mis deblilidades son los postres. Entre más dulces mejor. Hace algunos años, cuando hacía deportes de manera continuada no tenía problemas, porque en un partido de fútbol o con una hora de trote podía perder unos 2 kilos de peso, así que me mantenía en forma. Pero al empezar a sufrir de la espalda, deje el deporte y con ello, el peso empezó a notarse. Ahora que poco a poco me estoy librando de mis problemas de espaldas, he tomado la decisión de volver a hacer deportes, no con el deseo de comer lo que a veces me toca privarme, sino por volver a tener una contextura adecuada que me haga sentir un poco mejor conmigo mismo.

Ya no hay excusas que valgan. Y mucho menos cuando el problema que me alejó del deporte paulatinamente ha desaparecido. Por eso ayer domingo, en horas de la mañana, en compañía de mi esposa inicié una nueva etapa deportiva en mi vida, hice una caminata casi dos horas a través de un bosque, y pienso hacer lo mismo a diario, para luego comenzar a trotar de lunes a viernes, por lo menos mientras el tiempo lo permita.Es posible que ya no juegue 3 veces a la semana al fútbol, y el fin de semana al basketball, pero pretendo quitarme de encima 20 kilos, como Dios manda, sudando la gota gorda...