Es del todo incompresible que un jugador que no tiene regate, que no hace un desborde, que no llega nunca al fondo, que no profundiza, que no es goleador, que balón que le pasan regresa al medio campo o a la defensa el 99% de la veces, sea el preferido de muchos, pero es lo que hay. Si alguien me dice que Pedro es muy bueno en algo, yo diría que en correr de primero a felicitar a Messi cuando éste hace un gol, y su imagen ante mí es la del propio “lameculos”, que esconde con ese proceder su inoperancia en el campo.
Otro intocable que deja mucho que decir es Xavi, cuyo estilo de juego es cada vez más previsible, que con su lentitud permite que la defensa rival se arme y obstaculiza cualquier contragolpe. Nadie niega que haya sido un gran jugador, pero tampoco se puede negar que ya cumplió su ciclo y que sólo debería entrar a dormir el partido, cuando esté ya sentenciado.
Lo que más duele de una derrota es saber que quien te gana no es mejor que tú, y eso fue lo que pasó anoche, que no ganó el mejor, sino el equipo que supo sacarle provecho a la oportunidad que se le brindó. Barça es mucho más que lo que mostró ayer, y no me refiero al pésimo partido que jugaron Messi, Cesc o Iniesta, sino a que mientras no se juegue con extremos en la delantera, al equipo rival siempre le quedará fácil controlar su estilo de juego. Sobra decir que, poner a Iniesta de extremo izquierdo significa sacrificar al mejor medio centro que hay en el planeta.
Desde el medio hacia la adelante, la alineación titular verdadera siempre debería ser: Iniesta, Cesc y Busquet, en el medio; y, Villa, Messi y Alexis en la delantera. Claro que muchos dirán que Villa estaba de baja, pero no se dan cuenta de que se auto descartó, antes de ir a calentar el banco viendo cómo, el suplente del suplente, ponía por enésima vez al “paquete lameculos”. Otros también dirán que Alexis está acabado, y cómo no va a ser así, si lo han quemado en la banca. No hay peor cosa que mate a un jugador que la banca, porque cuando le dan una pequeña oportunidad sale desesperado por demostrar que es el mejor, y eso termina por hundirlo más. Tampoco debemos olvidarnos de Tello, otro buen jugador que profundiza y hace goles, y que terminará quemado o yéndose del Barça.
La semana que viene vendrá la vuelta de la copa del Rey y, si se juega con la misma alineación con la que se jugó contra el Valencia o ayer contra el Milan, la caída será estrepitosa. Igual cosa sucederá en marzo, ya que de nada valdrá ilusionar a los aficionados con una remontada en la Champion, porque sin extremos al Milan le quedará fácil hacer valer los dos goles y eliminará al Barça irremediablemente.
