lunes, 14 de enero de 2008

La Música Italiana

Mi predilección por la música italiana comenzó una noche que estábamos tocando guitarra y cantando en la esquina de la calle 85 con carrera 50, de Barranquilla, en la casa de Jorge Cure. Esa noche estuvo con nosotros un vecino de barrio, Einar Scaff, y cogió una de las guitarras y cantó algunas canciones de Nicola Di Bari, que por entonces estaba muy de moda. Einar cantaba muy bien en ese estilo y se sobró esa noche. A partir de entonces incluí en mi repertorio todas las canciones que logré conseguir de Nicola Di Bari y las de Peppino di Capri, Sandro Giacobbe, Riccardo Cocciante, Claudio Baglioni, y todas las canciones italianas que iba paulatinamente conociendo.
A Einar lo vi meses después y nos invitó a su casa para que tocáramos un rato música rock. Tenía en el garaje de su casa guitarras, teclado y batería, ya que estaba formando un grupo musical que luego sería algo conocido, “Perro Negro”. Armamos tal escándalo, que los vecinos nos mandaron a apagar los equipos. Después de esa época no volví a verlo, pues se había mudado a otro barrio, en frente del parque Sagrado Corazón. Años después supe que tocaba la batería en el grupo de un cantante famoso, Carlos Vives, a quien por cierto conocí una noche en que ambos cantamos en Ramón Antigua, una taberna a la que yo asistía para cantar, a principio de los años ochenta, en Bogotá.
Por entonces, tuve que escoger entre volverme cantante o estudiar una carrera y escogí esto último, aunque no por eso perdí mi afición, sino que al contrario se ha incrementado con los años.
Ahora que he vivido en Italia, que poseo na nacionalidad italiana y que parlo el italiano, he ampliado mi repertorio y canto las canciones de aquella época en su versión original, aunque también he podido descubrir muchísimas canciones que de otra manera jamás hubiera podido disfrutar. Y es que en Italia lo que hay son artistas. Además de Nek, Laura Pausini o Eros Ramazzotti, están Michelle Zarrillo, Marco Masini, Tiziano Ferro, Francesco Renga, Giorgia, y una cantidad interminable de cantantes, casi todos compositores, con un repertorio espectacular.